domingo, 19 de septiembre de 2010

MI OPINION | Pensar dos veces

En su visita a Reino Unido, el Papa Benedicto XVI demonizó al ateísmo haciéndolo culpable poco menos que del nazismo. De poco le han servido a Ratzinger sus estudios, pues parece que éstos no le han hecho ni más inteligente ni mejor persona, ya que tal comparación sólo puede deberse a la ignorancia o a la malicia. Ser ateo, que implica negar la existencia de Dios, no conlleva atacar ni perseguir a los creyentes. Sin embargo, el Papa no predica con el ejemplo, pues minusvalora sistemáticamente a quienes no creen en su Dios y los atribuye maldades genéricas e indemostrables. Ratzinger ha dicho que “la exclusión de la religión en la vida pública lleva a una visión truncada de la sociedad”, identificando lo truncado con lo aconfesional. Sin embargo, la “inclusión de la religión en la vida pública”, sí que llevaría a una visión truncada, pues sólo se atendería la visión religiosa que se tuviera de la sociedad. También ha dicho que “la dictadura del relativismo amenaza la verdad inmutable del hombre”, sin caer en la cuenta –o sí- que acusa al relativismo de la misma dictadura que impone su catolicismo fundamentalista, religión a la que él atribuye nada más y nada menos que “la verdad inmutable del hombre”. ¿Por qué no pensará dos veces este Papa antes de hablar?


© Francí Xavier Muñoz, 2010
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III

No hay comentarios:

Publicar un comentario