jueves, 10 de marzo de 2011

MI OPINION | Y con el mazo dando

Las cartas de José Mª Ruiz-Mateos al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, así como a otros directivos de la casa, revelan una curiosa interpretación de la fe católica, que permite compaginar el incumplimiento de algún mandamiento con la petición rogada para que Dios interceda por el pecador consciente y responsable de sus faltas. Así como también revelan una clara concepción del marketing empresarial como puerta entreabierta a la mentira. Ambas actitudes revelan una clara desviación de las supuestas bondades que deben regir tanto la práctica de la religión como la praxis empresarial. Desviaciones que, en un caso, son eximidas por el Derecho Canónico y, en el otro, por las lagunas del Mercantil. De ahí que los Ruiz-Mateos ofrezcan misas y plegarias, por un lado, y recaben la ayuda del poder financiero, por el otro. Paradójico resulta que quien pervierte los instrumentos del Derecho Mercantil amenace con acudir a la judicatura en contra del banco acreedor en caso de ver insatisfechas sus peticiones de ayuda. Estamos ante uno más de los casos en que colisionan los propósitos del buen cristiano con los del inevitable pecador, casos para los que el refranero popular encuentra explicación: a Dios rogando y con el mazo dando, confiesa y sigue pecando.


© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III

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