Hoy tenemos más datos que demuestran cómo la banca y
los gobernantes han convertido la democracia en bancocracia. La Comisión
Europea, a cambio del rescate a la banca española, castigará a los titulares de
preferentes con una quita parcial de sus títulos, haciéndoles repercutir así
una parte de la crisis. También la Comisión recomienda no aplicar la reforma
laboral de Rajoy a los bancarios que habrá que despedir inmediatamente. Malo es
aplicar una reforma laboral tan lesiva, pero peor aún es hacer excepciones
cuando el resto de los trabajadores está siendo despedido en aplicación de
dicha reforma. El Gobierno y los sindicatos mayoritarios serán los únicos
responsables de la inseguridad jurídica y de la desconfianza que generará un
país donde se hacen excepciones a las leyes generales en función de intereses
particulares. El comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, dice que la
lista de gestores bancarios culpables de la crisis es larga, pero ahí se queda,
demostrando una vez más que el poder político seguirá salvando a la banca. Ni
se reduce el sueldo a los ejecutivos ni se les exige la devolución de lo que
ganaron. Mientras, se siguen ejecutando desahucios. Los únicos que ganan son
los ejecutivos bancarios y sus amigos, los políticos protectores.
© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV
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