Enésimo
favor del Gobierno de España a la banca, en este caso utilizando una de las tan
acostumbradas malas artes que ha empleado siempre cierta derecha desde, al
menos, las Cortes de Cádiz. Tras el aval del Tribunal Constitucional al
impuesto sobre depósitos bancarios de la
Junta de Extremadura, que recurrió en su día el Gobierno de Aznar, ahora el
Gobierno de Rajoy, a través de su grupo parlamentario en el Senado, introduce
una enmienda a la ley de medidas tributarias, para que el Gobierno central
imponga un impuesto a esos depósitos bancarios, pero de tipo cero, es decir,
nulo. El objetivo de dicho impuesto y, por tanto, de la malicia política del
PP, es impedir que otras comunidades autónomas puedan implantar ese tributo,
pues un mismo hecho impositivo no puede ser gravado por dos administraciones al
mismo tiempo. Ya teníamos constancia de las malas artes que ciertas derechas
políticas y mediáticas, supuestamente democráticas, utilizaban desde tiempos de
Aznar, pero lo que estamos viendo en este último año supera lo imaginable. Por
otro lado, lo vimos en la alta judicatura de los tribunales españoles y, ahora,
lo volvemos a ver con la banca: Franco lo dejó todo atado y bien atado. La
banca tuvo con él, y sigue teniendo después de él, un poder omnímodo.
© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV
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