Me llega la muerte de
Tony Bell por una información de Facebook. Tony Bell, el gran transformista, el
maestro de tantos que vinieron después, nos ha dejado muy pronto y su partida
me devuelve, de golpe, a los años noventa, años en que yo desperté a la noche
madrileña y al ambiente gay, años en que comenzamos a hacer de Chueca un
espacio amable y solvente. Mis amigos L., J.R. y S. me descubrieron a Tony y,
desde entonces, me enganché a su espectáculo, que seguíamos casi todos los
fines de semana en aquella época de juventud despreocupada y canalla. Seguir a
Tony me llevó a conocer a J.J. (siete años después, Sunflower) y, un poco más
tarde, al originalísimo Psicosis Gonsáles, con quien mantengo una amistad poco
frecuentada pero de sincero cariño. Tony Bell me descubrió “María la portuguesa”
que, luego, redescubrí en la voz de Carlos Cano, de quien me hice seguidor. ¡Cuántos
desenlaces y continuidades ha provocado en mi vida, Tony, sin que él lo supiera!
¡Cuántos chistes, cuántas risas, cuántos mensajes inteligentes, cuánta cultura
desprendía Tony! ¡Y qué diferente era su espectáculo! Yo me confieso seguidor
de Tony. Lo fui durante más de diez años en las salas Metal, Blanco y Negro,
Griffin’s, Café Galdós, Truck… Después, vino la música house y la estabilidad de pareja, y perdí el contacto con el
transformismo. Un día, que nos encontramos por casualidad, le comenté mi idea
de escribir su vida. Ahora me lamento de no haber hecho de aquella idea un
proyecto, y de éste, una realidad. Me quedó pendiente hacer aquella llamada de
teléfono y hoy, como tantas veces en mi vida, me quejo de esa pereza tan grande
que me invade para escribir libros. Adiós, Tony, tú sabes que yo te admiré y te
seguí, te quise y te respeté. Nunca fuimos amigos, es verdad, solo grandes
conocidos, pero sabes que, si nos hubiéramos empeñado, hubiéramos sido grandes
amigos durante muchos años.
Genial. Simplemente genial.
ResponderEliminarTony fue un gran transformista y mejor persona
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