Ahora que vuelvo a estar aquí solo,
abandonado
a nuestra común complicidad,
que
dejas una vez más suspendida,
me doy cuenta de que siempre quisiste volar
libre en ti.
Ahora que junto a mí
dos meses en tu vida libres has devorado,
ya sabes que contigo viviré
lo que nuestros sueños nos permitan escapar
y que nadie podrá impedir.
Ahora que ya no quiero ni siquiera fingir
que completas con tu amistad mi vida,
como nadie la ha sabido colmar,
quisiera que tu vida se llenara de mí.
Ahora que te has vuelto a marchar
llevándote un tajo de mi futuro,
sé que ya la vida no nos podrá separar,
aunque los demás te alejen de mí.
© FRANCÍ XAVIER MUÑOZ, 1998
El silencio del amor. Poemario III
No hay comentarios:
Publicar un comentario