http://www.nuevatribuna.es/opinion/franci-xavier-munoz/
En
su deriva autoritaria, el Gobierno de Rajoy planea reformar la ley electoral en
el ámbito municipal para cambiar la forma de elección de los alcaldes y,
además, planea hacerlo en un tiempo récord, a solo nueve meses de las
elecciones municipales. La reforma consistiría en que siempre formara Gobierno
el partido o lista más votada, aun con mayoría simple de votos. El falso
argumento que, ahora, esgrime el PP para defender esta reforma consiste en
afirmar que los ciudadanos han manifestado esa preferencia a lo largo de
múltiples encuestas.
Esta reforma, de llevarse a cabo, supondría la elección directa de los
alcaldes sin esperar a pactos entre partidos o listas que, en coalición o con
acuerdos de gobierno, pudiesen elegir como alcalde a cualquier concejal electo,
aunque fuera de un partido o lista menos votada, como puede ocurrir en la
actualidad y lleva ocurriendo desde hace más de treinta años, porque así lo
decidió entonces el poder legislativo que reguló jurídicamente nuestro sistema
electoral y nuestro sistema de gobierno. Cierto es que, a pesar de las quejas
que provoca en algunas ocasiones este sistema, todos los partidos lo han
aceptado porque todos, en más o menos municipios, se han beneficiado del mismo,
incluyendo el PP. No ha explicado todavía este partido cómo se formaría el
resto del gobierno municipal o si éste necesitaría algunas mayorías diferentes
a las actualmente establecidas para aprobar las decisiones ejecutivas.
Esperemos que no se les ocurra proponer, para el partido o lista más votada, la
obtención de alguna prima de representación en la Corporación , que
llevara a dicha lista o partido a la consecución de una mayoría absoluta de
concejales, que asegurara la estabilidad de gobierno.
Esta
modificación supone algo así como introducir criterios presidencialistas en un
sistema nítidamente parlamentario como el español. En nuestro sistema de
gobierno, para cada nivel territorial, son los representantes elegidos por el
pueblo quienes -una vez formada la Corporación Municipal ,
la Asamblea Autonómica
o el Congreso de los Diputados- eligen al concejal o parlamentario electo -líder
de una lista electoral con representación- para que forme Gobierno municipal,
autonómico o central. Si, según el PP, su propuesta coincide con las
preferencias de una mayoría ciudadana, ¿por qué no proponen también la elección
directa de los presidentes de Gobierno, tanto estatal como autonómicos? Porque
no es esa la verdadera razón, evidentemente.
Tal
y como han apuntado desde Podemos o IU, en esta propuesta de Rajoy, o del PP,
se esconden otras intenciones, como son evitar que otras formaciones políticas,
llegadas a los gobiernos municipales, pudieran fiscalizar las cuentas de las
anteriores corporaciones y descubrir deudas ilegítimas; o también evitar la
desprivatización de servicios municipales que, ahora, en muchas ciudades y
pueblos gobernados por el PP se han asignado a empresas relacionadas, de un
modo u otro, con dicho partido.
La
respuesta de la izquierda –y de toda la oposición- hasta ahora ha sido clara.
Sin embargo, tal y como proponía el constitucionalista Javier Pérez Royo, todos
los partidos tenían que haberse negado ¡ya! a dialogar sobre esta propuesta,
enviando un claro mensaje al Gobierno de que se encontrará solo en la comisión
parlamentaria correspondiente, si sigue adelante con su idea de reforma. Si no
lo hacen, espero que al menos, de llegar a aprobarse dicha reforma en el
correspondiente Pleno del Congreso, todos los partidos abandonen en ese momento
el hemiciclo y quede retratada la soledad gubernamental.
Sin
embargo, me temo que de aquí en adelante la posición del PSOE pueda flaquear
porque, al fin y al cabo, esta reforma no le perjudicaría tanto como a los
partidos minoritarios. De hecho, en la izquierda modificaría algunas
intenciones de voto, que harían confluir en el PSOE a iniciales votantes de
otros partidos, pues en muchos municipios la necesidad de desalojar al PP de
los ayuntamientos obligaría a concentrar los votos en los partidos o candidatos
progresistas con más posibilidades de obtener la mayoría simple de los votos
emitidos. Aunque también habría municipios (los menos, con los datos de 2011) en
los que fueran otros candidatos progresistas -no del PSOE- quienes pudieran aglutinar
el voto mayoritario de los ciudadanos.
Ahora bien, la elección directa de los alcaldes se puede volver en
contra tanto del PP como del PSOE, pues en muchos municipios el deseo y la
necesidad de derrotar al bipartidismo harán que se articulen listas electorales
donde confluyan partidos, movimientos y ciudadanos dispuestos a concitar la
confianza mayoritaria de los electores, y seguro que en más de un pueblo o
ciudad lo conseguirán, inaugurando quizá con ello una nueva fórmula electoral
que pudiera tener su traslado al ámbito autonómico o estatal.
El
PSOE, de momento, ya ha dicho que no está preocupado por los movimientos
actuales que se están dando en la izquierda para confluir en candidaturas
únicas a las próximas elecciones municipales, haya o no reforma electoral. Y
esta despreocupación, dicen en el PSOE, se debe a que este partido siempre ha
tenido voluntad de ser mayoritario y solitario, lo cual parece revelar que ante
la reforma que pudiera avecinarse, el PSOE siempre preferiría que gobernase el
PP antes que cualquier coalición de izquierdas en la que pudiera haberse
incluido el mismo PSOE. Y me pregunto
yo… ¿no será que también el PSOE ha tenido siempre voluntad de dejar de ser de
izquierdas? Porque, no lo olvidemos, todos los partidos de izquierda son
progresistas pero no todos los partidos progresistas son de izquierda.
El PSOE no es de izquierdas
ResponderEliminarLo del alcalde es un rollo pensado para sacar más
Ojalá estos de podemos le metan una buena a todos en las próximas
Muy bueno Francí ! Gracias por regalarnos tus artículos .Muy bueno Francí ! Gracias por regalarnos tus artículos .
ResponderEliminarEstupendo artículo amigo Francí.
ResponderEliminarAdemás certero análisis del comportamiento del PSOE, como ejemplo las últimas declaraciones de Alfonso Guerra el pasado día 1 de septiembre en la línea que está marcando Felipe González y que los titulares de la prensa recogían: "Guerra pide a PSOE y PP entenderse contra Podemos".
Un abrazo amigo Francí.
Gracias, es un tema complejo y en general creo que se debe abordar una
ResponderEliminarreforma del sistema electoral, pero nunca se debe hacer en el último
momento, sin acuerdo y chapuceramente.
Un abrazo