http://www.nuevatribuna.es/opinion/franci-xavier-munoz
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article90782
http://www.ecorepublicano.es/2015/08/a-ponerse-las-pilas.html
http://www.lacasademitia.es/articulo/firmas/ponerse-pilas-franci-xavier-munoz/
Parece que la ola de calor que hemos
sufrido los españoles hubiera fundido las expectativas irradiantes de las dos
nuevas formaciones políticas que, hace apenas unos meses, amenazaban a los dos
grandes adalides del bipartidismo, PSOE y PP.
Después de las elecciones municipales y autonómicas, y después del giro
de los acontecimientos en Grecia, la intención de voto para Podemos y
Ciudadanos se estancaba, manteniéndolos en unos distantes tercer y cuarto
puesto de la lista de partidos favoritos, frenando en seco así sus aspiraciones
de ganar en breve unas elecciones generales.
Creo que esos dos acontecimientos políticos
han motivado la parada en seco del crecimiento electoral de Podemos y
Ciudadanos. Primero, los pactos postelectorales para facilitar gobiernos
autonómicos y municipales han retratado, forzosamente, las preferencias de uno
y otro para con los dos grandes partidos, PSOE y PP. Se trataba necesariamente
de facilitar gobiernos pues el electorado no hubiera entendido que se le
convocara de nuevo a las urnas por no ser capaces de llegar a acuerdos con los
otros partidos. Pero eso, inevitablemente, provocaría el abandono de una parte
de los votantes de Podemos y Ciudadanos que, confiados en el empuje de ambos o
en su radical diferencia con respecto a los partidos mayoritarios, habrían
puesto todas sus esperanzas en conseguir gobiernos mayoritarios o, de no ser
posible, gobiernos en minoría apoyados por los otrora detentadores de los
bastones de mando municipales o autonómicos. Así, ex votantes socialistas que
votaron a Podemos confiados en que éste no pactaría con el PSOE, volverán a
votar al PSOE o se abstendrán en las próximas elecciones. Y lo mismo ocurre con
esos votantes centristas que abandonaron al PP en beneficio de Ciudadanos
pensando que este partido se distanciaría convenientemente del partido de los
recortes, la corrupción y la pobreza. Creo que esa es la bolsa de votantes
principal que ahora refleja en las encuestas una cierta recuperación de PSOE y
PP en sus intenciones de voto.
Particularmente, a esa bolsa de votantes
que vuelve al PSOE o que se quedará en casa sin ejercer el derecho al voto en
las próximas elecciones generales, hay que sumar, creo yo, una parte de
votantes sorprendidos y decepcionados por el giro de ciento ochenta grados que
dio el primer ministro griego, Alexis Tsipras, a su programa electoral y de
gobierno, y que ha vertido un jarro de agua fría en ese electorado de
izquierdas que, sinceramente, esperaba con ansiedad y desesperación la llegada
de Syriza al poder para demostrar que otra política era posible y que Grecia
sería la avanzadilla de un frente anti-austeridad en Europa. En cierto modo,
esa era también la estrategia que tenían todos los gobiernos neoliberales de la
eurozona porque sabían que si apretaban bien las tuercas al Gobierno de Syriza
y le ganaban el pulso, derrotándolo, se cercenaría de raíz el contagio del
frente anti-neoliberal a otros países rescatados o en vías de rescatarse, especialmente
a los países del euro-sur (Italia, España y Portugal). Paradójicamente, Syriza,
al formar Gobierno en Grecia, había traído a la izquierda alternativa, no
liberal (en la que no está ningún partido clásico socialdemócrata) ese aire de
novedad e ilusión para la creación de un frente europeo contra los recortes que
le doblara el pulso a los grandes poderes financieros que, en realidad,
gobiernan la eurozona a través de sus testaferros políticos, los consejos de
ministros neoliberales. Probablemente, en algunos de esos gobiernos sobrevoló
el recuerdo del ciclo mediterráneo de las revoluciones liberales de 1820, que
se iniciaron en España y se extendieron a Portugal, Italia y Grecia. Había que
evitar, por tanto, el contagio de los impulsos revolucionarios de los pueblos
europeos del Mare Nostrum. Y lo han
conseguido.
En el rostro demudado de Pablo Iglesias o
Alberto Garzón se vislumbraba el daño colateral que la traición o derrota de
Tsipras, como quiera verse, iba a hacer a toda la izquierda alternativa
europea, porque muchos de esos votantes esperanzados en nuevas opciones
políticas de izquierda morderían ahora el polvo de la arena del coso donde se
dirime la correlación de fuerzas entre poder político y poder financiero en la
eurozona. Somos muchos los que llevamos años reclamando un frente
anti-neoliberal de toda la izquierda alternativa europea, un frente que se
visualizara en una coalición política que traspasara la frontera del Parlamento
Europeo y se extendiera por todos los países de la eurozona, especialmente en los
del euro-sur. Pero ni partidos ni sindicatos han hecho de la lucha contra la
austeridad una bandera europea para ser ondeada al unísono en todos los países
afectados por la crisis de deuda. Antes al contrario, han seguido cada uno a lo
suyo, rebajando a cuestión nacional lo que hace mucho es exclusivamente
cuestión europea, ya que la soberanía financiera hace tiempo que dejó de
pertenecer a gobiernos y parlamentos nacionales. Ése es el reto para la
izquierda alternativa, explicar a los ciudadanos cómo van a recuperar los Estados
de la eurozona la soberanía financiera que los mercados les ha robado. Y,
ahora, mientras la izquierda alternativa se recupera del mazazo que ha asestado
Alexis Tsipras a sus expectativas electorales, la izquierda liberal (antigua
izquierda socialdemócrata) se prepara para presentar un plan de reforma de la Unión Europea que invierta
(supuestamente) la deriva de asianización
a la que nos han conducido las políticas neoliberales. Esa izquierda liberal ya
está echando las redes de pesca en los caladeros de votos de izquierdistas
radicales decepcionados con Syriza. Que se ande con cuidado la izquierda
alternativa y que se ponga las pilas pronto. De lo contrario, el frente europeo
socialista que se avecina le ganará la batalla de la realpolitik.
Muy buen articulo Francí, un saludo.
ResponderEliminarMe gusta mucho el artículo Francí. Podemos sòlo no es alternativa. Podrá barrer a IU . Podrá tener un buen grupo parlamentario ( 30 diputados).Pero no es la alternativa . Yo sigo apostando por un frente de toda la izquierda. Sin hegemonías . Con generosidad y nuevos liderazgos sociales .
ResponderEliminarAbrazos
Orquestado por los representantes del neoliberalismo europeo. Todo está escrito, la hoja de ruta neoliberal se cumple a raja tabla. Aquel que se salga de la senda se queda sin financiación. Para eso sirven las deudas. Grecia es el escarmiento en la cabeza de los países del sur. El Banco Central Europeo en un mecanismo de chantaje en manos de los alemanes. Quién mejor que un capo mafioso italiano para llevar las riendas de ese organismo. Tenemos que librarnos de ellos o acabarán con las clases populares europeas. Quieren convertirnos en mano de obra china: trabaja de sol a sol y calla.
ResponderEliminarMuy buena reflexión amigo Francí.
ResponderEliminarNos ayuda a pensar sobre los importantes temas que tratas.
Tus reflexiones nos ayudan mucho a entender por dónde pide la ciudadanía que se avance.
ResponderEliminarMe alegro volver a leerlo, con temas actuales y tan correcto examen.
ResponderEliminardesde mi humilde opinión, estoy de acuerdo con tu retrato del panorama actual.
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