La presidenta de Madrid,
Esperanza Aguirre, vuelve a la carga con una nueva salva ideológica, afirmando
ahora que "todos los españoles tienen que tener claro que hay que recortar
gastos, recortando organismos públicos y acabando con subsidios, subvenciones y
mamandurrias en general". No hace falta explicar en qué organismos,
subsidios y subvenciones está pensando la otrora lideresa, pues es de sobra conocida su aversión por todo lo
público, es decir, por todo lo que pertenece al pueblo. Sin embargo, cuando
dice que también hay que acabar con las "mamandurrias" en general,
hay que preguntarse si Aguirre habrá consultado el diccionario de la RAE antes
de hablar, porque la única acepción que tiene el término "mamandurria"
en la versión digital del diccionario es: "Sueldo que se disfruta sin
merecerlo, sinecura, ganga permanente". ¿Estará pensando doña Esperanza
Aguirre en suprimir de un plumazo los más de setecientos altos cargos y
asesores de libre designación que tiene la Comunidad de Madrid? ¿Estará
pensando en suprimir de un plumazo la publicidad institucional que derrocha la
Comunidad de Madrid? Ambas partidas presupuestarias caben en el término
"mamandurria", pues sus elevadas cifras son auténticas gangas que no
se merecen.
© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV
Muy, pero que muy acertado, amigo. Gracias y saludos.
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