lunes, 20 de junio de 2011

MI OPINION | Es la política

La spanish revolution y sus incipientes homólogas europeas ponen de manifiesto el hartazgo de una ciudadanía afectada por la regresiva salida de la crisis económica que se implementa desde los gobiernos. No son solo protestas contra los poderes políticos sino también contra los poderes financieros. Contra éstos por acogotar a aquéllos y contra aquéllos por doblegarse a éstos. Pero, además, son una respuesta de la sociedad civil frente al desamparo de los sindicatos mayoritarios, incapaces de articular medidas de presión efectivas frente a gobiernos y mercados. La semejanza con las revoluciones de los países árabes radica en la expansión que internet y las redes sociales han dado a sus reivindicaciones, con la diferencia de que en Europa esas reivindicaciones consisten en la profundización y mejora de los sistemas democráticos a través de mecanismos de participación directa de los ciudadanos, una vez demostrada la toma de decisiones políticas a espaldas de los mismos. Si los políticos europeos no se percatan de la interrelación entre las nuevas tecnologías de la información y comunicación y las nuevas formas de hacer política que demanda la ciudadanía, para que se la tenga en cuenta, llevarán la crisis económica a la política y, con ella, a una crisis del sistema.

© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III

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