jueves, 4 de agosto de 2011

MI OPINION | ¿Adónde vamos a parar?

El capitalismo financiero ha puesto de manifiesto quién gobierna en los entresijos económicos de la globalización, usurpando dicho gobierno a los poderes democráticos. Sin embargo, fueron éstos los que cedieron hace años a los mercados el mandato representativo del pueblo para gobernar la economía, principalmente cuando los Estados renunciaron a la banca pública y a la financiación entre Estados. Los mercados (fondos de inversión, de pensiones, soberanos y de alto riesgo) dictan las estrategias adecuadas para relanzar o hundir las economías estatales sin que los gobiernos se decidan a poner fin a este juego macabro, que no solo los está desacreditando a ellos sino que está socavando la confianza popular en los poderes públicos e instituciones democráticas, con el consiguiente riesgo de provocar no solo la crisis sistémica de la economía sino, lo que es más grave, la crisis sistémica de la democracia. Uno de los factores que hace más difícil la limitación del poder de los mercados es la pertenencia a los mismos de muchos de los miembros de los poderes ejecutivos y legislativos, tenedores ellos de fondos de inversión en los que refugian sus ahorros. De ahí que, sin una profunda reforma o revolución política y económica, el capitalismo financiero estrangulará las democracias.

© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III

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