En su última asamblea en Sol, el 15-M debatió sobre su actividad de cara a las elecciones generales del 20-N. Unos apostaban por la formación de un partido político de tipo asambleario, otros abogaban por seguir como estaban, otros defendían promover el voto nulo. No se adoptó ninguna decisión al respecto, salvo la de seguir debatiendo y organizando actos de cara a dicha convocatoria electoral. Sin embargo, desconozco por las informaciones leídas si alguien planteó la posibilidad de dialogar con los partidos políticos de ámbito estatal, de manera que los que más propuestas del 15-M recogieran en sus programas electorales fueran los partidos recomendados por dicho movimiento para recibir el voto indignado. Aunque con un claro compromiso por su parte: presentar las iniciativas parlamentarias correspondientes a las propuestas aceptadas del 15-M y, de no hacerlo, revocar su mandato con la dimisión de su líder parlamentario. De esta forma, los indignados y el 15-M podrían medir su fuerza electoral, al mismo tiempo que comprobar cuánto hay de afinidad y cuánto de electoralismo en los partidos políticos que dicen comprender sus demandas. No obstante, al margen de esta idea, creo que los indignados y el 15-M leerán la letra pequeña de los programas y luego decidirán.
© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
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