Tras la publicación de bienes y
rentas de los diputados españoles (avance o conquista que hay que agradecer), llama
la atención que la mayoría de nuestros diputados sean, también, mercados, al
ser titulares de acciones, fondos de inversión y planes de pensiones que, como
todos sabemos, cotizan en bolsa y generan, además de ganancias y pérdidas,
inestabilidades que afectan a las personas comunes y recortes al Estado de
bienestar. Los dos candidatos principales a La Moncloa son un buen ejemplo de
ello, aunque lo que vale para nuestros diputados vale también para sus
correligionarios europeos. En el siglo XIX los Gobiernos liberales reprimían a
los obreros, defendiendo a los capitalistas que construían la sociedad
industrial con cargo a los presupuestos públicos. En el siglo XXI los Gobiernos
actúan tímidamente contra los mercados pero contundentemente contra los
usuarios del Estado de bienestar, clases medias y populares. Hoy, como
entonces, capital y poder se alían para recortar derechos y prestaciones a quienes
más las necesitan. Hoy, como entonces, capital y poder defienden los mismos
intereses, aunque hoy más que entonces, esos intereses reportan beneficios a
largo plazo a pequeños inversionistas de mercados prestamistas de Estados.
© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
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