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El 15M celebra su primer aniversario y la inmensa mayoría de la sociedad contempla cómo, un año más, la democracia institucional y ciudadana sigue siendo presa del poder financiero. Los grandes bancos europeos se emborracharon concediendo hipotecas y tarjetas de crédito, asegurándose un negocio a largo plazo que, hace cuatro años, comenzó a resquebrajarse. Presos del pánico, convencieron u obligaron a los gobiernos a rescatarlos. Una vez evitada la quiebra, reactivaron su negocio invirtiendo en deuda pública, aprovechando la idónea coyuntura de la Unión Monetaria Europea, que impide al Banco Central Europeo prestar dinero directamente a los Estados. De esta forma, los grandes bancos afianzan su viabilidad futura por medio del dinero que les deben todos los gobiernos, mientras recuperan como pueden el dinero que les deben empresas y particulares. La jugada es maestra: recuperar lo que han perdido en el sector privado por medio de lo que les va debiendo el sector público, deuda esta última que aumentará hasta que equilibren sus balances, compensando las pérdidas en el sector privado por las ganancias que les reporte la deuda soberana, es decir, lo que les deban los Estados. Así, gobiernos y ciudadanos, todos atrapados por la banca, que siempre gana.
© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV
Muy buen artículo y esclarecedor.
ResponderEliminarMuy buen artículo de opinión. Muy claro. Un abrazote
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