La rueda de prensa del ministro de
Economía, Luis de Guindos, se recordará como una de las ficciones peor
representadas por un Gobierno en los últimos años. Las caras del ministro eran
todo un poema. Sus esfuerzos por silenciar la palabra "rescate" evidenciaban
que de eso, precisamente, estaba hablando. La incomparecencia del presidente
del Gobierno, en el tercer momento más crítico para España desde 1981, superó
con creces el desprecio a los gobernados en que otros presidentes también incurrieron.
No solo los intereses del préstamo computarán como déficit. Lo que el Gobierno
no cuenta es que el Estado tendrá que ir ahorrando en una hucha casi el monto
total del crédito para prevenir los futuros impagos del mismo en que puedan
incurrir las entidades rescatadas. La UE presta al FROB, pero con la garantía
del Estado español; luego si alguna entidad no devuelve el préstamo, la UE se lo
cobrará al Gobierno. Esa hucha se irá acumulando gracias al ahorro que
generarán duros recortes en otras partidas del gasto público, que se irán desgranando
en los próximos meses. Veremos a ver si esa inyección de dinero público sirve para
dar crédito a empresas y familias o sirve para que los bancos recapitalicen sus
activos, devaluados por el ladrillo que tienen en cartera.
© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV
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