La
secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, dijo hace pocos meses que si
alguien del PP tuviera cuentas en Suiza ella tendría que dimitir. Ahora, como
es habitual en los políticos falaces, se desvincula de las cuentas que el
extesorero del PP, Luis Bárcenas, tenía en Suiza. En ella es habitual, pues
pocos en el PP exhiben con tanto desparpajo el rostro fingido, la media sonrisa
y el tono despreciativo cuando se trata de decir lo contrario de lo que se ha
hecho, o viceversa, e incluso cuando se trata de decir un día lo contrario que
se ha dicho el día anterior. Quizá por eso Rajoy la elevó a las alturas y la
sentó a la diestra o a la siniestra del padre; “como Dios manda”, que diría el
presidente del Gobierno. Sin embargo, aunque Bárcenas esté alejado del partido,
destituido de sus cargos orgánicos e incluso suspendido de militancia, resulta
que conserva un despacho en la sede del PP en Madrid, en la famosa calle
Génova, donde al parecer guarda a buen recaudo cajas con no se sabe bien qué.
Y, además, parece que entra y sale de dicha sede con total comodidad. Estos
datos revelan, tomando al pie de la letra la frasecita de marras que pronunció
Cospedal, que Luis Bárcenas es “alguien del PP”. Así que, si la secretaria
general del PP fuera “como Dios manda”, ya estaría redactando su dimisión.
no se esperaba menos de esta tipeja
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