Se ha filtrado en algún medio una reflexión que el Gobierno y su presidente, Rodríguez Zapatero, han hecho para lo que queda de legislatura y para el próximo cartel electoral del PSOE en 2012: continuar con las reformas pendientes (negociación colectiva, pensiones, mercado laboral...) y plantear un programa ambicioso para las elecciones generales, que incluya una tasa a las transacciones financieras, una regulación de los mercados, un control de los salarios de los altos directivos, etc. Pero, y de ahí la perplejidad, ese sería un programa para el nuevo candidato socialista. Estas ideas, reclamadas en voz alta por la izquierda parlamentaria y social desde los inicios de la crisis, no han tenido la mínima consideración por parte del Gobierno y del Grupo Parlamentario Socialista, de lo que se ha derivado un voto de castigo al PSOE en estas últimas elecciones. Ahora, sin embargo, con todo el desparpajo, se las considera para la próxima competición electoral, emulando al programa electoral del Partido Socialista francés. Sin duda, de concretarse estas propuestas, la primera pregunta que se hará el votante progresista desencantado con el PSOE será: "¿y por qué no se plantearon antes desde la responsabilidad del Gobierno?". Tendrán que ir pensando la respuesta...
© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
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