Los líderes de CiU, Artur Mas y Duran Lleida, protagonizan una de las transformaciones más rápidas vistas en los últimos años en cuanto a alianzas estratégicas se refiere. Del "no cuenten con nosotros por un par de generaciones" -que espetó Duran Lleida a la bancada del PP a cuenta de su rechazo al Estatut- y del "no nos interesa una mayoría absoluta del PP", el ahora candidato de CiU a las elecciones generales ha pasado a invitar a los populares a presentar una moción de censura contra Zapatero, que los convergentes apoyarían no para investir a Rajoy sino para rechazarlo y forzar, así, el adelanto electoral. De la reivindicación soberanista, la pancarta por el Estatut, el rechazo a su recurso, la condena al boicot del PP y el silencio programático, Artur Mas pasó, nada más ser investido President, al catalanismo integrador, a la colaboración con el PP y al destape desvergonzado de recortes sociales y ventajas fiscales para los privilegiados, al más puro y duro estilo neoliberal thatcheriano. Con estos cambios tan veloces e inesperados, con este perdón apresurado a los agravios del PP, Mas y Duran demuestran tener la misma actitud que tantas veces han reprochado a los Gobiernos centrales. Y es que el poder, inevitablemente, cambia las percepciones.
© Francí Xavier Muñoz, 2011
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
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