martes, 30 de octubre de 2012

MI OPINIÓN | Ahora, a por el Constitucional

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, sigue campando por sus fueros, y ahora nos ilustra con otra de sus ocurrencias: "reformar, suprimir o convertir al Tribunal Constitucional en una sala del Supremo" porque, según ella, ha faltado a su independencia política, especialmente con la legalización de Bildu, y porque le enmienda la plana al Tribunal Supremo lo que, a su juicio, "es un atentado a los principios más elementales del Derecho". No recuerdo haber escuchado a Aguirre pedir exactamente lo mismo cuando el Constitucional le enmendó la plana al Estatut de Cataluña, declarándolo parcialmente inconstitucional. Enmendar la plana no solo a todo el poder judicial sino también a los poderes ejecutivo y legislativo es, precisamente, la función encomendada a estos altos tribunales en todos los sistemas de justicia constitucional concentrada, propios del continente europeo, y distintos a los sistemas de justicia constitucional difusa, propios del mundo anglosajón. Lo que atenta contra los principios elementales del Derecho continental europeo son, precisamente, las palabras de Aguirre, que disimulan muy mal sus preferencias por todo lo neoliberal, cuyo origen es, casualmente, anglosajón. Aguirre, sigue así, a la cabeza del neoliberalismo español.   

© Francí Xavier Muñoz, 2012
A babor y a estribor
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. IV

1 comentario:

  1. Ella sólo cree que existe la "democracia orgánica" que tanto le gusta.

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