Nueva Tribuna
El
primer apoyo a la prórroga del estado de alarma que votó el Grupo Parlamentario
de Ciudadanos creo que fue el inicio de un largo camino ya negociado de
antemano con el PSOE y, quizá, con el beneplácito de Podemos. Normalmente, los
espectadores de la política vemos el resultado de la acción sobre el escenario
sin tener apenas información de los ensayos previos ni de lo que ocurre entre
bambalinas.
Lo
que me hizo sospechar de tal entendimiento a largo plazo fue la coincidencia en
el tiempo de los primeros roces de Ciudadanos con el PP en el Gobierno de
Madrid y el apoyo parlamentario de Arrimadas a Sánchez en el Congreso de los
Diputados, negociado a tiempo y con fortuna para evitar las exigencias de ERC.
Un Gobierno en minoría no puede dejar los apoyos parlamentarios al azar o al
último minuto, y el voto a favor de Ciudadanos se negoció con el tiempo
suficiente para salvar la prórroga del estado de alarma. Ante un endurecimiento
de las condiciones de ERC para sucesivos apoyos, el PSOE dirigió el foco a
Ciudadanos, con quien además se pudo plantear una estrategia a largo plazo para
sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado Ya sabemos que Ciudadanos
se desmarca de ese objetivo y no lo liga a las prórrogas del estado de alarma,
pero ya estamos acostumbrados a los renuncios de la formación naranja y a su
“no” que luego es “sí” o a su “sí” que luego es “no”.
Los
roces en el Gobierno de Madrid, a cuenta de la gestión de las residencias de
mayores y la denegación de traslado de los más graves a los hospitales públicos
de la Comunidad, roces protagonizados por los respectivos consejeros de
Política Social (Ciudadanos) y Sanidad (PP), que además salpicaron a la
presidenta Díaz Ayuso por el alquiler de sus apartamentos de lujo para el
confinamiento, son como los trailers de una película que pudiera venir
después para justificar una ruptura de la coalición de gobierno en la Comunidad
de Madrid, que conllevara la presentación de una moción de censura del PSOE y
Más Madrid, apoyada por Ciudadanos, o la convocatoria de unas elecciones
anticipadas. El casus belli ya está armado y no parece que el consejero
Reyero (C’s) vaya a amilanarse en su defensa de la gestión de las residencias y
en responsabilizar al consejero Ruiz Escudero (PP) de las denegaciones de
traslado de mayores graves a los hospitales, así como de la ausencia de
respuesta efectiva por parte de éste a las advertencias que hizo aquél sobre la
posible ilegalidad de dichas denegaciones de traslado. Igualmente, el consejero
de Sanidad del PP hizo caso omiso a las propuestas de Reyero para medicalizar
las residencias de mayores o bien algunos hoteles para estos enfermos más
graves, que “podrían morir de forma indigna”, como le llegó a decir en un
correo electrónico.
No
creo que, de momento, la estrategia de acercamiento al PSOE incluya más casus
belli en otras autonomías cogobernadas entre PP y C’s, aunque nada se puede
descartar en este juego de malabarismo político que dan las mayorías
minoritarias. Lo que sí podría desencadenar una ruptura en dominó sería un
posible cambio de gobierno en Madrid. El casus belli, en ese caso, lo
serviría en bandeja Ciudadanos al PP. Sin embargo, lo que sí creo que está ya
negociado es un apoyo más continuado de Ciudadanos al Ejecutivo de Pedro
Sánchez, máxime cuando la mesa de diálogo con Cataluña eche a andar. Llamativa
está siendo la reacción calmada de C’s ante ésta y alguna otra medida que, hace
poco, habría soliviantado a los dirigentes de la formación naranja. Ni siquiera
la promesa de derogación total de la reforma laboral de Rajoy que se prometió a
Bildu espantó a los naranjas de Arrimadas, quizá porque sabían que, a partir de
ahora, con la radicalización del PP y Vox, sólo su partido podrá entablar
puentes de diálogo con las patronales, empresas y bancos más influyentes de
España, algo que se hará imprescindible para negociar y pactar la prórroga de
las ingentes medidas socio-laborales y económicas que ha aprobado este
Gobierno, así como nuevas medidas de choque para reactivar nuestro tejido
productivo y de servicios. Llamativa es también la complacencia de Podemos con
el nuevo socio parlamentario del Gobierno. Quizá se han dado cuenta de que las
exigencias de ERC son inasumibles en este momento histórico y que se va a
necesitar la ayuda de los empresarios para sacar adelante las medidas
económicas que ellos, y también los trabajadores, necesitan.
Es en
este puente con empresarios, autónomos y grandes corporaciones
económico-financieras donde veo yo la utilidad que el Gobierno de Sánchez e
Iglesias ha podido asignar al grupo parlamentario de Ciudadanos, bien
posicionado en esos sectores, y algo de ayuda tendrá que estar dispuesto a
recibir el Gobierno cuando la radicalización de PP y Vox amenaza todos los días
con desestabilizar no sólo la economía nacional sino la convivencia. En esta
tormenta perfecta, hay un beneficio mutuo para ambos actores políticos y de eso
son conscientes en las ejecutivas de los tres partidos que, a día de hoy,
pueden llamarse progresistas (PSOE, Ciudadanos, Podemos). Facilitar el diálogo
del Gobierno con sectores económicos influyentes y necesarios, además de
proponer y pactar medidas legislativas en el Congreso de los Diputados,
arrinconará a PP y Vox, que serán irrelevantes como mediadores en lo económico
y negociadores en lo político. Quizá la relevancia de Ciudadanos como partido
moderado, conseguidor y efectivo, haga subir sus expectativas electorales y
recupere un voto de centro que perderá el PP de seguir en su deriva extremista,
lo que beneficiará a Vox al ser mejor identificado con dicha opción política
radical. El voto de derecha moderado y centrista que discrepa de la actual
estrategia de acoso y derribo de Pablo Casado, y que se refugiaría en la
abstención, podría recalar en Ciudadanos, que podría recuperar parte de su
electorado perdido, y ser de nuevo influyente en la próxima legislatura, si
Arrimadas no repite el error de Albert Rivera.
¿Has
visto, Albert, la que liaste con tu “no es no” al PSOE? Podrías haber cogobernado con Sánchez, podrías
haber dotado de mayoría absoluta parlamentaria a la legislatura más crítica
desde 1979 y podrías habernos evitado a los españoles esta nueva crispación de
la derecha extrema del PP, que sigue sin aprenderse el papel de opositor y que
corre el riesgo de echarse al monte con la extrema derecha de Vox. ¿Te das
cuenta, Albert, del papel que te tenía reservado la Historia? Tú solito lo
echaste todo a perder…
© FRANCÍ XAVIER MUÑOZ, 2020
Cuitas e ideas de un soñador desvelado.
Libro IV. Lo que nos faltaba
Excelente artículo , totalmente de acuerdo
ResponderEliminarComparto totalmente. Qué bien escribes y qué profundo conocimiento la política nacional!!
ResponderEliminarMuy bueno todo el artículo !!
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