Publicado en: Diario Público
Los indignados piden una lógica y justa reforma del régimen electoral para hacerlo más proporcional. Pero también muestran su entendible rechazo a los partidos de gobierno, PSOE y PP, que administran los beneficios de las desviaciones del régimen electoral, y que rechazaron la reforma de éste, con el apoyo de CiU y PNV. Hay muchos indignados que legítimamente promueven la abstención o el voto en blanco, aunque esta opción no rompe el bipartidismo, pues ni invalida elecciones ni deja escaños vacíos. Antes al contrario, la abstención favorece a los partidos mayoritarios y el voto en blanco perjudica a los partidos minoritarios, pues este voto suma para los cocientes con los que se asignan los escaños. Ahora, la izquierda parlamentaria (IU-ICV, BNG y ERC) lleva al debate sobre el Estado de la Nación algunas propuestas del 15-M. Sería una buena ocasión para que esos partidos se comprometieran con el movimiento o éste con ellos y avanzaran juntos hacia la reforma del régimen electoral. Mientras, los indignados abstencionistas o blancos podrían reflexionar si, hasta que llegue dicha reforma, conviene traducir ese "no nos representan" en un voto a partidos minoritarios con opción de representación parlamentaria, pues algunos se quedan a las puertas por poco.
© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
No hay comentarios:
Publicar un comentario