La propuesta de la CEOE para rebajar las indemnizaciones por despido improcedente de 45 a 20 días por año y por despido procedente de 20 a 12 días por año no ha resultado extraña a quienes conocen bien la mentalidad de los representantes de los empresarios españoles. Llevan décadas persiguiendo el despido gratuito y, negociación a negociación, terminarán por conseguirlo. El PP, con Rajoy a la cabeza, ya no oculta su idea de reformar el mercado de trabajo para abaratar el despido y limitar la negociación colectiva, idea por otro lado lógica en un partido conservador y liberal, representante natural del capital y de las clases sociales que lo administran. Dolores de Cospedal tendría que explicar ahora por qué dijo que su partido, el PP, era “el de los trabajadores”, cuando pretende recortar derechos a la clase trabajadora en beneficio de la clase empresarial. Cabe la posibilidad de que ella viera trabajadores donde había empresarios, y viceversa, igual que estaba convencida de vivir en un Estado policial, rodeada de espías y detectives todo el día. Sin embargo, la confusión de Dolores de Cospedal es compartida hoy por muchos trabajadores que se creen empresarios, quizá los mismos que se endeudaron hasta las cejas, aparentando lo que querían ser y no eran.
© Francí Xavier Muñoz, 2011
A diestra y siniestra.
Cartas al Director y un grito desesperado. Vol. III
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