Una película que ya me
sorprendió la primera vez que la vi por esa cercanía y sencillez en el trato
que mostraba el líder cubano, al que hay que agradecerle que no cortara en
ningún momento ni el rodaje ni el montaje, a lo que tenía derecho según lo
pactado. Polémica en su estreno, ofrece lógicamente la visión de parte y no
entra en las cuestiones más conflictivas. En cualquier caso, hoy adquiere un
valor incuestionable como documento político y de lo que no se puede dudar es de
la dedicación inquebrantable que Fidel Castro ha entregado al gobierno de su
país, independientemente de que se esté de acuerdo o no con su revolución
comunista, en lo que no entro. © FXM
No hay comentarios:
Publicar un comentario