sábado, 19 de agosto de 2017

poema | años torcidos

Soñé que te marchabas
otra vez de mi vida,   
que te escapabas otra vez
de mi alma malherida,
que te habías vuelto a cansar
de consolarme,          
de animarme, 
de sonreírme
y también de llorar.

Soñé que caminabas
ligera de equipaje
regresando al lugar
que nos encadenó
a esa primera ruptura
que inauguró tantos reencuentros.

Soñé que allí buscabas
el origen de todo
lo que fue un dolor.
Dolor en la distancia
que nos partió por la mitad.
Dolor en la mirada
que quebró la inocencia                                            
de la virginal amistad.

Años torcidos
que se perdieron para siempre
desnortando nuestro trayecto.
Años torcidos
que jamás volverán.
Tú perdiste el amor.
Yo perdí el intelecto.

Hoy volvemos a coincidir
curando las heridas
en nuestra soledad,
que habitamos acompañados
y que dialogamos con prisa
en los días puntuales
de ese puente aéreo
que es hoy nuestra amistad.

Al despertar del sueño
tú regresabas de aquel sitio
en el que habías reencontrado
el espíritu adolescente
que yo me empeño en no olvidar.
Aquel lugar nos separó
y aquel lugar nos encontró.
Yo suspiré de alivio
al saber que esta vez
te quedas para siempre.

© FRANCÍ XAVIER MUÑOZ 2017
Destino reconciliado. Poemario VII

1 comentario:

  1. El poema muestra una estructura equilibrada, el movimiento temático se desarrolla a partir de dos núcleos centrales: el sueño y el despertar; la partida de la amada, en el sueño y el regreso en la realidad del despertar. La repetición del verbo ‘sueno’ en las primeras tres estrofas se refieren a esa instancia; luego hay una estrofa central, que habla de las consecuencias de la partida. Se restablece el equilibrio en las dos últimas estrofas. Por otra parte, la musicalidad y el ritmo conseguidos son armónicos y evitan, las rimas innecesarias, ¡todo un logro!

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