martes, 29 de agosto de 2017

poema | como esa canción que tanto te gustaba


Como el quejido de la flauta en la canción,
llegaste a mí silbando el alma.
Como el violín que en la canción se queja,
mis lágrimas se ahogan en el grito de tus ojos.         
Como el llanto de las voces que cantan,
oigo el sonido del vacío que me habla.         
                                                          
Como un perro que da vueltas sin su amo,
giro en mí abandonado.

Como el niño despreocupado que juega solo,
juego con tu cuerpo en el borde de la cama.
Te adormezco en el umbral de mis no­ches
con el canturreo de alguna nana
y me duelen los ojos
cuando descubro que tú ya no estabas.

Como un perro que da vueltas sin su amo,
giro en mí abandonado.

Como cualquier enfermedad del sueño
te haces dueño de mi cansancio.
Llenas el espacio de mi mente concentrada
y de ella te extraigo sólo cuando tus labios
irrumpen de repente en los míos para besarlos.

Como el vendaval que arrastra los barcos del puerto
has habitado los rincones de mi esperanza
y he echado el corazón al fuego que siempre quema
sin medir el cielo al que tu vuelo me elevaba.

Como el cristal quebrado en mil pedazos
cuando lo estrellan contra el suelo
mi corazón se ha roto en mil pedazos.
Como la casa invernal, cerrada a cal y canto,
mi corazón se ha cerrado con llave a tu amor.

Como el animal maltratado que vuelve al dueño
mi amor regresa a ti resquebrajado y sumiso.
Como la fe absoluta en un dios insospechado
mi llanto se oculta para siempre en mi plegaria.
Como un perro que da vueltas sin su amo,
giro en mí abandonado.

Como el quejido de la flauta en la canción
te has ido de mí desangrando el alma.
Como el contrabajo que en la canción se queja
mi cuerpo fallece en el grito de tu mirada.
Como el lamento de las voces en la canción
consuelo tu ausencia con el aullido de mi alma.

Como un perro que da vueltas sin su amo,
giro en mí abandonado.


© FRANCÍ XAVIER MUÑOZ 1993
El juego de la inocencia. Poemario II

1 comentario:

  1. El tema que organiza todos los materiales es el del adiós, el de la ausencia amorosa, el de la partida. Todas las imágenes y símiles se organizan en torno a esta pérdida. Para ello recurres a imágenes auditivas, vinculadas con la voz y el canto. En cada estrofa se encuentran elementos relacionados con estos dos ejes: voces que cantan, sonido del vacío que me habla, canturreo de alguna nana, mi llanto, mi plegaria, contrabajo, canción se queja, lamento de las voces en la canción, etc. Un estribillo se alterna con las estrofas, brindando un ritmo, una musicalidad, volviendo al dolor, al abandono a través de la imagen de un perro que da vuelta sin su amo. Muy buen trabajo, con imágenes y símiles intensos, y plenos de expresividad.

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